Irlandesa, de 56 años, Richardson es una eminencia en terrorismo internacional y fue profesora en la Harvard y en la también reputada universidad escocesa de St Andrews antes de ser seleccionada como primera mujer que accede a la cúpula directiva de Oxford.
En un debate sobre el papel de los centros académicos frente al radicalismo, organizado por el Consejo Británico en Londres, la profesora trazó un paralelismo entre la actitud de los británicos y los estadounidenses a la amenaza terrorista.
"La población británica resultó ser bastante resistente a lo largo del conflicto y la violencia en Irlanda del Norte; mucho más que en USA", señaló en referencia a las tres décadas de enfrentamientos armados y con bombas del Ejército Republicano Irlandés (IRA) y los paramilitares protestantes.
"El grado de la desmesurada reacción de Estados Unidos a la atrocidad del 9-11 refleja el hecho de que fue una experiencia novedosa para ellos", añadió en una intervención que ha suscitado polémica en la prensa de ambos países.
La experta en terrorismo, gobierno y relaciones internacionales explicó que "los ataques aleatorios, sin un objetivo declarado, causan un mayor impacto porque nadie está a salvo y el miedo es mucho más generalizado".
"Una población resistente es central en cualquier campaña antiterrorista", advirtió la vicerrectora de Oxford.
La profesora Richardson defendió además el crucial papel de las instituciones académicas en la lucha contra la radicalización de los jóvenes, tanto como foro de debate como arma educativa para prevenir que se unan a grupos islamistas, entre ellos Al Qaeda o el Estado Islámico.
De acuerdo con la especialista, una buena educación evita la formación de opiniones simplistas, "en términos de blanco y negro" y da pie en cambio a indagar y razonar sobre la coyuntura y problemática mundiales.