La economista jefe de la entidad, Catherine Mann, insistió sin embargo en que España tiene que hacer más reformas para conseguir una mayor competitividad.
Para Mann, los cambios que se han hecho hasta ahora han demostrando sus beneficios.
"Estamos sorprendidos con España", dijo.
El "robusto" crecimiento económico se apoya en los bajos precios del petróleo, en la depreciación de la moneda europea, que impulsa las exportaciones, y en las mejores condiciones de financiación del Banco Central Europeo (BCE).
"No es sorprendente" que se haga "en un ciclo electoral", añadió la economista.
Pero el problema, según la OCDE, sigue siendo la elevada tasa de paro, la más alta de Europa después de Grecia.
La organización prevé que el desempleo descienda hasta el 22,3% en 2015 y el 20,3 % en 2016.
Los economistas constatan que el alto nivel de paro "ha elevado la desigualdad de ingresos" y "sigue siendo la mayor preocupación de la economía española".
La OCDE destaca que "costará mucho esfuerzo crear empleo, mejorar la asistencia a los parados y la formación para los no activos, mucho de los cuales están mal preparados" para la vida laboral.
España, opinan los especialistas, "ha implementado las reformas de manera coherente y por eso está cosechando los frutos, sobre todo en la creación de empleo, más consistente que en épocas pasadas".