El tratamiento para el menor procede de Rusia, según ha confirmado el secretario de Estado de Sanidad, Rubén Moreno. Moreno se puso en contacto con el embajador español en Moscú para poder localizar la vacuna que llegó en valija diplomática en un vuelo de Aeroflot a Barcelona.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) no disponía de la antitoxina necesaria para combatir la difteria, Estados Unidos tampoco tenía el tratamiento y en el entorno europeo estaba caducado, por lo que las dosis procedentes de Moscú eran la única esperanza para el menor.
El pequeño, que está ingresado en el Hospital Vall d'Hebron de Barcelona, llevaba varios días con los síntomas. Sin embargo, el Gobierno catalán asegura que desconoce dónde y cómo contrajo la bacteria que llevaba sin aparecer en España casi 30 años.
El joven no estaba vacunado contra la difteria, a pesar de que el 90% de los menores españoles sí lo están.
El Ministerio de Sanidad ha anunciado que está analizando todos los contactos del menor y tomando medidas para que no se expanda.
Los síntomas principales son dolor en la garganta, fiebre, ganglios inflamados, dolorosas lesiones en la piel e incluso la formación de una membrana en la garganta, entre otros.
Sin embargo, cuando la bacteria crece, libera unas toxinas que van a la sangre y pueden provocar lesiones en el corazón, los riñones o el sistema nervioso.