A pesar de las promesas internacionales de ayuda de destinar a Gaza más de 5.000 millones de dólares, solo ha llegado a la franja una pequeña parte de esa cantidad y la reconstrucción apenas ha empezado. Más de 100.000 personas siguen sin hogar, muchas viven en tiendas junto a los escombros de sus casas o dentro de sus edificios medio derruidos.
El jefe de la diplomacia alemana se reunió con personal de la Cruz Roja Internacional y de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), pero no con representantes del grupo islamista Hamás, que controla Gaza de facto.
Hamás señaló en un comunicado que aspira "a ver que Alemania se implica más en su papel como potencia de Europa y del mundo para poner fin al bloqueo y la agresión israelí".
El ministro de Defensa israelí, Moshe Yaalon, negó que la visita de Steinmeier estuviera vinculada a una negociación entre Hamás e Israel para una posible liberación de presos palestinos a cambio de los cadáveres de dos soldados muertos en la ofensiva israelí Margen Protector que están en poder de Hamás.
Fuentes de Hamás también negaron que el ministro alemán estuviera en Gaza para mediar. En el 2011, Alemania ayudó en la mediación de un acuerdo entre Israel y Hamás que llevó a la liberación del soldado Gilad Shalit, secuestrado por Hamás durante más de cinco años, y de 1.027 presos palestinos.
Ayer, Steinmeier se reunió con el presidente israelí, Reuven Rivlin, y el primer ministro, Benjamín Netanyahu, en Jerusalén, así como con el jefe del Gobierno palestino, Rami Hamdala, en Ramala (Cisjordania).
"Todavía creo en la necesidad de volver a las negociaciones para (alcanzar) la solución de dos Estados", indicó Steinmeier. "La difícil situación en Gaza exige que pensemos en medidas para mejorar la vida diaria allí", dijo él tras reunirse con Rivlin.
Hamdala pidió a Alemania que reconozca el establecimiento de un Estado palestino independiente en las fronteras de 1967. Steinmeier instó a israelíes y palestinos a volver a la mesa de negociaciones.