"La Patriot Act es solo la punta del iceberg", señalan Zhong Sili y Kang Jing en el diario Global Times.
Según los autores del artículo, "hay muchas leyes, regulaciones y políticas que aseguran que la comunidad de inteligencia estadounidense funcione para alcanzar sus propósitos".
"Incluso si realmente expira después del uno de junio, las operaciones de inteligencia estadounidenses en el extranjero permanecerán intactas", afirman, ya que las "instalaciones aún están ahí y los principios que las guían aún son los mismos".
En ese caso, continúan, "es previsible que escuchemos más historias sobre espionaje de EEUU en el futuro".
Tema: Escándalo por el espionaje cibernético en EEUU
Otra causa apuntada es su mala reputación tras las filtraciones de Wikileaks y Edward Snowden, el antiguo analista de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA): "algunos de los socios extranjeros de EEUU e incluso sus aliados están sujetos a su vigilancia, lo que explica que expresaran su ira y la confianza mutua se viera afectada".
"La opinión pública también se ha visto afectada, cuando los teléfonos son pinchados y la información personal deja de serlo, la gente se pone muy nerviosa", señalan.