“Todo es ponerse”, dijo Nigmatulin tras esta hazaña, una de las más difíciles en su carrera que incluye levantar un camello de 700 kilos y hacer girar una noria de 34 toneladas en ocho minutos.
Esta vez movió tirando de una cuerda una casa de campo modular, de dos pisos, colocada sobre raíles, con muebles, equipos y hasta macetas de flores dentro.
Una vez marcado el nuevo récord, el campeón confesó haber “estado seguro al 30%, no más, de que iba a funcionar”.
“Nadie en el mundo ha movido casas, es un récord único”, dijo.
Nigmatulin, de 41 años, mide 180 centímetros y pesa 139 kilos, según la página que le dedica Wikipedia.