La televisión de Irak ha anunciado el inicio de la operación militar del Ejército del país con el apoyo de fuerzas paramilitares esencialmente chiís, pero también algunas suníes.
Al Asadi ha indicado que la operación —llamada "Labayk ya Husein" (A tu servicio, oh Husein), en referencia a uno de los principales imanes chiíes, la llevaban a cabo diversos grupos en coordinación que se estaban moviendo hacia el sur desde la vecina provincia de Saladino.
Según Al Asadi, la ofensiva para recuperar la provincia de Al Anbar "no durará mucho tiempo" y "el enemigo se sorprenderá" por el uso de nuevas armas.
El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, afirmó ayer que Ramadi se reconquistaría "en unos días" y defendió la retirada de los 1.500 soldados que se encontraban en la ciudad ante el asalto del EI, que según fuentes locales tomó la ciudad con menos de 200 hombres.
La provincia de Anbar, de mayoría suní, comprende una amplia franja al oeste de Bagdad hacia la frontera entre Irak y Siria y por ella pasan carreteras clave que unen a Irak con Jordania y Siria. En este país, los yihadistas también han ganado terreno en las últimas semanas.
El EI, que capturó la ciudad de Palmira el miércoles pasado, "ha hecho progresos en la carretera que une Palmira con Damasco", ha informado el Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH).