"Esa medida no romperá la tendencia de pasar a los libros electrónicos, pero es uno de los pasos que podrían detener la degradación cultural, pues del país que más lee, si no tomamos medidas urgentes, podemos pasar a ser el país más analfabeto", cita el diario al parlamentario.
Según Serdiuk, de acuerdo con la cantidad de títulos que se editan cada año Rusia ocupa un décimo lugar en el mundo, mientras en cantidad de volúmenes ha pasado al escaño 30, pero las actuales tiradas de unos miles de ejemplares resultan insuficientes para los 140 millones de habitantes del país.
El IVA para los editores podría dejarse de pagar a partir del 31 de diciembre de 2018, y esa medida, de resultar efectiva, podría ser prolongada por más tiempo, además contribuiría a aumentar la efectividad de ese renglón de la economía, que oscila entre el 8% y el 10%.
El parlamentario señala que los productores de libros de contenido erótico y mágico seguirían pagando el mismo impuesto que antes.