"Los sucesos macedonios se dirigen burdamente desde fuera, se hacen intentos de acusar de incompetencia al Gobierno de (Nikola) Gruevski de que incumple los compromisos asumidos ante la población y también le imputan otras muchas cosas, lo que no puede menos que preocupar", dijo Lavrov al intervenir en el Consejo de la Federación (Senado ruso).
Según el canciller, la presión se ejerce debido a la negativa de Gruevski de unirse a las sanciones antirrusas, a su apoyo anterior al proyecto de construcción de gasoducto South Stream y la actual disposición a cooperar en la realización de otras variantes de suministro de agentes energéticos de Rusia al sur de Europa, incluido el Flujo Turco (Turk Stream).
Anteriormente, el exministro de Exteriores de Yugoslavia, Zivadin Jovanovic, dijo a Sputnik que las protestas en Macedonia presentan todas las características de las operaciones de "cambio de régimen" promocionadas por Occidente en Serbia (Yugoslavia) y en cualquier otro punto de Europa o África del Norte.
El excanciller precisó que "hay ciertos detalles específicos que varían de un país a otro, pero las fases y herramientas principales son las mismas: una maquinaria de propaganda que genera descontento popular, la organización de protestas masivas e incluso incidentes armados, las demandas de 'cambios' y, finalmente, el derrocamiento de gobiernos legalmente elegidos".