"La continuación de la escalada de la crisis ucraniana que intentan provocar los radicales en Kiev y otras capitales podría afectar gravemente tanto a Ucrania como a todo el sistema de seguridad europea", dijo Lavrov al intervenir en el comité de los titulares de Exteriores del Consejo de Europa en Bruselas.
La crisis ucraniana "no surgió por sí sola", dijo a los periodistas especificando que "es un reflejo de los problemas sistémicos, que acumularon durante muchos años en materia de seguridad europea y tienen su raíz en que durante mucho tiempo no se cumplían las obligaciones de no admitir nuevas líneas divisorias y de borrar las viejas".
Las autoridades de Kiev iniciaron en abril de 2014 una operación militar en Donbás, región disconforme con el violento cambio de poder que se produjo en Kiev en febrero del mismo año.
La solución a la situación en Donbás se debate en diversos formatos, incluido el de los encuentros del Grupo de Contacto (Rusia, Ucrania, la OSCE) en Minsk que, desde septiembre pasado, aprobó tres documentos que determinan los pasos para distender el conflicto.
El último documento del 12 de febrero estipula entre otras medidas el alto el fuego, la retirada de armas pesadas y la creación de una zona de seguridad, sin embargo, no se cumplen plenamente todos los puntos, sobre todo el de la tregua.
Los bandos del conflicto siguen cruzándose acusaciones de infringirla.
Durante el último encuentro del Grupo, el pasado 6 de mayo, los participantes lograron conformar cuatro subgrupos de trabajo sobre aspectos concretos para la solución del conflicto: la seguridad, los asuntos políticos, los asuntos económicos y los problemas de los desplazados.