Según la idea de los parlamentarios, la lista de las organizaciones indeseables incluirá entidades cuya actividad pueda amenazar el régimen constitucional del país, su capacidad de defensa o la seguridad nacional.
Los defensores de derechos humanos están convencidos de que la ley está llamada a ahogar las libertades civiles en Rusia y a expulsar del país a las organizaciones que se atreven a criticar a las autoridades.
La lista de las organizaciones indeseables sería elaborada por la Fiscalía General de Rusia en estrecha cooperación con el Ministerio de Asuntos Exteriores.
A juicio de los defensores de derechos humanos, el procedimiento para determinar el peligro de tal o cual organización "no es inteligible ni transparente".
Además, la organización se enterará de que es indeseable solo después de ser incluida en la lista.
Las organizaciones de derechos humanos como Amnesty International y Human Rights Watch han exhortado al Legislativo ruso a renunciar el "proyecto de ley draconiano, heredero de la ley sobre agentes extranjeros".