"La salida de Grecia no presenta peligro económico, sino político: tras irse el primer país, todo el mundo empezará a mitrar a Europa con otros ojos y ya nadie más depositará confianza en Europa si se desmorona al golpe de la primera crisis grande", dijo el ministro al tabloide Bild am Sonntag.
Gabriel al mismo tiempo informó que Grecia podrá recibir el tercer paquete de ayuda financiera solo en caso de efectuar las reformas.
Grecia sostiene negociaciones con la Unión Europea y el Fondo Monetario Internacional sobre el arreglo de la deuda de más de 240.000 millones de euros, que es el monto de los dos rescates que necesitó Grecia para evitar el impago técnico en 2010 y 2012.
Las previsiones de los acreedores de que un riguroso ahorro le permita al país devolver el dinero prestado no se han justificado.
El Gobierno del partido izquierdista Syriza, que llegó el poder en enero de 2015, insistió en celebrar nuevas negociaciones con los acreedores.