La capacidad operativa del cartel es notable: al amanecer del 1 de mayo, tropas federales perseguían un convoy de 9 camionetas, una de ellas con una ametralladora calibre 0,50 montada, al mando del capo de esa mafia, Nemesio Oseguera alias El Mencho; y la respuesta fue un cohete que derribó un helicóptero Cougar de tropas especiales, que mató a 9 de los 18 pasajeros uniformados.
Los sicarios reaccionaron de una manera notable y coordinada en unos 40 puntos de las carreteras de acceso a la central ciudad de Guadalajara, capital de Jalisco, segunda del país latinoamericano, entre aparatosos incendios de camiones, autobuses, bancos y gasolineras.
Desde entonces, la prensa nacional e internacional, alentada por el despliegue de autoridades de México, y sobre todo EEUU, aficionado a los rankings, se ha apresurado a elevar a ese grupo de criminales al rango de "nuevo cartel más poderoso de México".
"El gobierno de EEUU tiende a exagerar el poder de los carteles mexicanos, y según ellos, el CJNG ya tiene contactos con organizaciones delictivas de todo el mundo en EEUU, América Latina, Europa, Asia y África", dijo con escepticismo a Sputnik Nóvosti Rubén Aguilar Valenzuela, coautor de dos libros críticos de la estrategia punitiva: "Los saldos de narco" (2013) y "La guerra fallida" (2009).
Esa tendencia a exagerar el poderío de las pandillas armadas de narcos es señalada desde Guadalajara por un veterano periodista experto en narcotráfico: "el mote de cartel más peligroso de México es inflado, es para la mercadotecnia, para moldear un enemigo en la guerra", dijo vía telefónica a Sputnik Nóvosti Jaime Ramírez Yañez, corresponsal de influyentes medios nacionales en Jalisco, con tres décadas de carrera periodística.
A esa misma conclusión arriba José Reveles, autor de una docena de biografías de los capos mexicanos del narcotráfico más célebres, la más reciente sobre los secretos de la captura de Joaquín Guzmán Loera, El Chapo, "Entrega y traición".
"Desde hace 35 años Jalisco ha sido tierra de narcos", relata Reveles al recordar las épocas de las leyendas, pero nunca un cartel había llevado el nombre de ese emblemático estado mexicano, tierra natal de la popular música de mariachis.
Eran los tiempos de auténticos barones de la droga: de Rafael Caro Quintero; de Ernesto Fonseca, alias Don Neto; de Miguel Angel Félix Gallardo, tío de Sandra Ávila, apodada la Reina del Pacífico, originarios de Sinaloa.
El Cartel Jalisco Nueva Generación (CJNG) surge en 2010 tras la detención, en octubre del 2009, de Óscar Nava Valencia, El Lobo, sobrino de Luis Valencia, cabeza del Cartel del Milenio o Clan de los Valencia, dice Aguilar Valenzuela con base en reportes de inteligencia.
Entonces, los hermanos Valencia se dividieron en varias fracciones, una de ellas se convirtió en CJNG, bajo el mando de Nemesio Oseguera Cervantes, El Mencho –ahora catalogado como el hombre más buscado–, que surge como una extensión del Cartel del Pacífico.
"Pero pronto gana su propio espacio", con especialidad en las metanfetaminas, aunque trafican todo tipo de drogas, dice el autor.
Reveles advierte que el tráfico de cocaína es el principal eje del narco desde Sudamérica hacia EEUU, y nadie ha superado en el supremo control de esa ruta al histórico Cartel de Pacífico, del mítico Chapo Guzmán –en prisión desde 2014–, ahora bajo el mando del escurridizo Ismael El Mayo Zambada, el verdadero hombre más buscado de México, apunta.
En la hoja de vida de los jefes del CJNG hay un dato: todos ellos son originarios de Michoacán y no de Jalisco, nativos de Aguililla en la llamada Tierra Caliente, "por eso pelearon contra la hegemonía de dos carteles michoacanos: La Familia Michoacana y Los Caballeros Templarios", explica Reveles.
Con el tiempo, el naciente cartel de Jalisco recibió una misión del Chapo Guzmán –fugado en 2001 de un prisión de alta seguridad–: les ordenó combatir contra un rival del Cartel del Pacífico: Los Zetas del Golfo de México, integrado por ex militares.
En aquellos años aprendieron y practicaron la táctica de los bloqueos contra las operaciones antidroga: el 9 de marzo de 2012 en Zapopan, Jalisco, desquiciaron Guadalajara y sus alrededores cuando fue atrapado un miembro del clan de los Valencia Erick, apodado El 85.
"Por eso toda la región fronteriza de Michoacán y Jalisco es un reguero de fosas, al grado que la agencia de inteligencia geoestratégica Stratfor –con sede en Austin, Texas–, concluyó en 2013 que el CJNG estaba detrás o financió a las autodefensas de Michoacán en su pelea contra los carteles que asolaban ese estado: La Familia y Los Templarios" señala Reveles.
Cuando los carteles de Michoacán fueron acorralados, le llegó su hora al Cuini, el hombre de la chequera del CJNG, González Valencia, que fue arrestado en el turístico Puerto Vallarta, a principios de 2015, el 28 de febrero, junto con dos colombianos y un venezolano.
El Mencho es en realidad un fundador de La Familia Michoacana en 2008, en los tiempos de una alianza con el Cartel de Sinaloa para correr a Los Zetas de Jalisco, dice el periodista Ramírez Yañez.
"Por eso fueron bautizados como Los Torcidos, porque se torcieron de La familia Michoacana y se quedaron con los señores de Sinaloa", relata el especialista.
De esa sangrienta confrontación proviene el famoso mote de "Mata Zetas", pero esos pactos duraron poco, y El Mencho se quedó en Jalisco por sus pistolas, junto con el clan Valencia.
A ese hombre violento forjado en los barrios bravos de Zapopan, Jalisco –explica el periodista de Guadalajara–, le dio por entrar en otros negocios del delito, como la extorsión, el secuestro o convertirse en el mayor ladrón de combustible de México.
Hasta que en marzo de 2011 rompió con El Chapo Guzmán, quien sería arrestado en 2014. En realidad, dice Ramírez Yañez, El Mencho ya recibía apoyo de agentes y jefes de seguridad pública, de acuerdo con denuncias de policías.
"Su zona de operaciones refleja su intención de utilizar las costas: con el control de los puertos de Cárdenas, Vallarta y Manzanillo", dice para explicar el mapa del grupo criminal, forjado en 10 años de violencia.
"La reputación del CJNG ha sido muy inflada, en Jalisco se sabe que llevan 25 años sobornando políticos y policías, pagando campañas políticas", afirma el especialista en la cobertura de la guerra antidrogas.
Las denominaciones del "cartel más peligroso", son para la galería: "como la gente no tiene memoria, olvidan que en la historia del narco en México ha habido muchos reyes y reinados, ahora olvidados, como los Reyes de las Anfetaminas, de la familia Amezcua", rememora.
"Recuerdo cuando trabajaba para el noticiario de Carmen Aristegui en MVS Radio, y reporté la detención de un capo de medio pelo, arrestado cuando regateaba la compra de un caballo: terminó bautizado como El Rey de los Caballos", ironiza el veterano periodista.