"La dependencia de Turquía de los equipos militares extranjeros en estos momentos es menos del 50%, en comparación con el 85-90% de hace 12-13 años; buscamos llevar al 100% las armas de producción nacional e incrementar su exportación", expresó Yilmaz a la agencia Anadolu.
En este sentido el ministro se refirió al misil estratégico turco de largo alcance SOM, cuya exportación a terceros países prohíbe Francia, ya que el propulsor de estos misiles es de producción francesa.
Es por ello que, según el ministro, es tan importante alcanzar una producción nacional completa de las producciones de defensa.
"Nuestra prioridad radica en la producción masiva de tanques y el suministro de las fuerzas armadas turcas", indicó Yilmaz.
El titular informó que este año Turquía comenzó a producir sus propios tanques Altay, y continúan sus pruebas.
Además, Yilmáz declaró que los primeros ocho helicópteros de ataque ATAK producidos en Turquía ya fueron entregados al Ejército.
Según el titular, esta nave es "la mejor de su clase" y ya han mostrado su interés en ella Polonia, Pakistán, Túnez, Arabia Saudí y Qatar.
Los gastos turcos en defensa ascendieron este año a los 29.400 millones de liras turcas (13.200 millones de dólares).
Ankara destinó a investigaciones y desarrollos científicos en defensa cerca de 1000 millones de dólares en 2014.
Para 2023 el país planifica invertir cerca de 70.000 millones de dólares en la producción y compra de equipos militares, e incrementar las exportaciones hasta 25.000 millones de dólares.