"Nuestra cooperación se desarrolla: Belgrado no considera su rumbo a la adhesión a la Unión Europea como un obstáculo para reforzar las relaciones con Rusia y coordinar con Moscú las formas de abordar los actuales problemas globales y europeos", dijo a RIA Novosti.
El diplomático destacó que Serbia "no se unió a las sanciones de la UE contra Rusia y asumió una postura moderada con respecto a los acontecimientos en Ucrania".
Según Lukashévich, el diálogo ruso-serbio se centra también en el mantenimiento de la paz en la península balcánica y en el arreglo de la situación en torno a Kosovo.
"Serbia tiene garantizado, como antes, el apoyo total de Rusia a la defensa de su soberanía y de integridad territorial en el contexto de Kosovo", aseguró.
Hablando de la cooperación económica bilateral, el representante oficial de la Cancillería rusa señaló, citando los datos del Servicio Federal ruso de Aduanas, que el intercambio comercial entre Moscú y Belgrado aumentó un 7,6% en 2014 respecto al año anterior, hasta los 2.100 millones de dólares.
"Las exportaciones rusas subieron un 19,4%, hasta 1.000 millones de dólares, mientras que las importaciones desde Serbia bajaron un 1,4%, hasta los 1.100 millones de dólares", puntualizó.
Agregó que las restricciones a las importaciones agrícolas de la UE, impuestas por Rusia en respuesta a las sanciones occidentales, favorecieron el aumento de estos suministros desde Serbia.
"En 2014 el valor de las importaciones agrícolas y alimentarias serbias (a Rusia) creció un 70% en comparación con 2013, hasta los 370 millones de dólares", precisó Lukashévich.
Las inversiones rusas en la economía serbia, continuó, ascendieron a finales de 2014 hasta un total de 3.900 millones de dólares.
"Promovemos grandes proyectos conjuntos, en particular, el desarrollo de la compañía Naftna Industrija Srbije (Industria Petrolera de Serbia), dirigido por Gazprom Neft, y la modernización de la infraestructura ferroviaria serbia por la RZD (la empresa Ferrocarriles de Rusia)", indicó el diplomático.
Elogió también que Serbia se mostró comprensiva con la decisión de cerrar el proyecto South Stream, cuya realización resultó imposible debido a las acciones poco constructivas de la Unión Europea.
"Estamos convencidos de que la cooperación energética con Belgrado continuará en cuanto a los suministros del gas ruso a Serbia mediante las tuberías existentes y a la iniciativa de crear en la frontera griego-turca un gran centro de operaciones gasístico para abastecer en el futuro a los países del suroeste de Europa", concluyó.
El próximo 15 de mayo, el jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, abordará en la capital serbia las relaciones bilaterales y la cooperación en el marco de la OSCE, presidida por Belgrado, con el presidente serbio Tomislav Nikolic y otros altos cargos del país.