La consecuencia inmediata ha sido el descenso en un 0,41% del precio del barril de petróleo de Texas en la Bolsa Mercantil de Nueva York, al igual que del barril Brent.
Se trata de una noticia inesperada después de que la propia EIA predijera el pasado 14 de abril que "las importaciones y exportaciones de energía de Estados Unidos se equilibrarían" durante 2015, y por primera vez desde "la década de 1950".
Entre las causas citadas entonces por la EIA destacaba el "crecimiento continuo de producción de petróleo y gas natural y el lento crecimiento de la demanda energética".