"La República Checa quiere ayudar a los refugiados basándose en una decisión soberana de su Gobierno y no en los mecanismos propuestos por la UE", dijo Sobotka.
El primer ministro aseguró que su Estado está dispuesto a destinar más recursos para brindar ayuda financiera, médica y de otro tipo a los refugiados, pero ante todo en aquellos lugares donde los mismos habitan actualmente.
"Nosotros apoyamos las conclusiones del Consejo Europeo en las que se dice que cada país decidirá de qué manera se sumará al programa de solidaridad de la Unión Europea", señaló, añadiendo que cada Gobierno debería partir de sus posibilidades y de "principios de cordura".
Según Sobotka, ese será el principio que regirá la postura de su país al respecto, pues la República Checa nunca fue el destino final de los inmigrantes que normalmente se dirigían a países ricos de la UE.
"De todas formas nadie puede impedir que un refugiado pase de un país a otro dentro de la zona del Acuerdo de Schengen", recordó el líder checo, señalando que justo por esa razón considera que la política de cuotas será difícil de llevar a la práctica.
Este miércoles la CE propuso un programa de cuotas de inmigrantes para los países de la UE que garantizaría la acogida de unos 20.000 refugiados en los próximos dos años, con lo que se pretende disminuir la presión de personas que arriban de manera ilegal a los países del sur de Europa.
La República Checa debería brindar albergue a un 2,98 de los 20.000 refugiados, lo que corresponde a la cifra de 525 personas.
En 2014 ese país brindó asilo a 765 extranjeros, procedentes, ante todo, de Ucrania, Siria y Cuba, mientras durante el mismo período Alemania abrió sus puertas a 47.600 inmigrantes.