La Asamblea de Tártaros de Crimea convocaba a lo largo de los últimos 20 años un mitin multitudinario el 18 de mayo para conmemorar la deportación, los reunidos aprobaban por tradición una resolución con ultimátum a las autoridades.
"La comunidad de los tártaros de Crimea, en la persona del movimiento Quirim (…) y del líder espiritual de los musulmanes de la península, Emiralí Abláyev, ha promovido la iniciativa de despolitizar las actividades por el 18 de mayo", señaló Balbek.
Esta vez se ha decidido limitarse a celebrar solo actos fúnebres, en las mezquitas se elevará una oración colectiva, también se colocarán flores en los tres monumentos erigidos en Simferópol con motivo de la tragedia de la deportación, comunicó.
El vicepresidente del Gobierno de Crimea reveló también que se ha tomado la decisión de erigir un conjunto conmemorativo para honrar a las víctimas de la deportación, que ocupará varias hectáreas en el distrito de Bajchisarái de la península.
Durante la guerra contra la invasión nazi (1941-1945), las autoridades soviéticas deportaron de Crimea a representantes de unas 20 nacionalidades temiendo su traición, incluidos griegos, armenios, alemanes y búlgaros.
Pero los tártaros sufrieron más que todos, más de 183.000 de ellos tuvieron que abandonar sus hogares acusados de colaborar con los nazis y fueron confinados al Asia Central en su mayoría.
Actualmente, en Crimea viven unos 260.000 tártaros que en los años 1980 y 1990 regresaron del exilio.
El 21 de abril de 2014, poco después de la reunificación de Crimea con Rusia, el presidente ruso, Vladímir Putin, firmó un decreto sobre la rehabilitación de los tártaros crimeos.