En el vídeo, de dos minutos de duración, puede observarse cómo una embarcación a motor con varios hombres remonta un río, cuando se topan con dos ejemplares de pantera negra cruzando a nado.
En ese momento uno de los hombres, armado de un enorme remo, ordena acercarse a los felinos, luego golpea en la cabeza a uno de los felinos, mientras el otro alcanza la orilla y se pone a salvo; es entonces cuando la embarcación regresa para rematar al animal que intenta retornar.
Tras varios golpes brutales en la cabeza, el animal acaba falleciendo en las aguas del río.
La muerte de la pantera supone un delito grave, ya que se trata de una especie protegida en todo Brasil y presente en la "lista roja" de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y considerada por el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (IBAMA) como "en estado crítico" en los estados de Sao Paulo, Minas Gerias, Espírtio Santo y Río de Janeiro, donde apenas quedan 150 animales.
El área del Parque Nacional del Pantanal Matogrossense, donde sucedieron los hechos, posee la mayor densidad de jaguares de todo Brasil con una tasa de 6,5 animales por cada 100 kilómetros cuadrados.
Con todo, existen dudas sobre la ubicación exacta del vídeo, ya que la ONG "SOS Pantanal" y técnicos del IBAMA dicen que se trataría de la región del río Tapajós, en la Amazonia, región con una población de en torno a los 10.000 ejemplares adultos, es decir, la mayor población de Brasil, país donde habitan el 50% de los jaguares de Sudamérica.
Además, la organización conservacionista "Jaguar Negro" señala en su página web que no se trataría de una pareja de jaguares, sino de una madre adulta con su cría, de un año aproximadamente, de la subespecie amazónica.
Los jaguares del Pantanal adultos alcanzan hasta los 130 kilogramos de peso y son mucho más agresivos que los jaguares de la Amazonia.
Varias instituciones medioambientales y miles de usuarios de redes sociales sensibilizados con el tema han iniciado una campaña para identificar a los responsables de la agresión, mientras que el IBAMA informó que "una investigación intenta determinar la identidad de los agresores, que responderán ante las penas previstas en la Ley de Crímenes Ambientales, que incluye una multa de 5.000 reales (1.800 dólares) por animal atacado y responsabilidad penal".