Esto es debido a que el presidente de la Kneset, Yuri Edelstein, no anunció hasta ayer por la noche de forma oficial que Netanyahu había logrado formar una coalición.
Por ley, el primer ministro puede jurar su nuevo gobierno hasta una semana después de que se haya producido esta declaración oficial, así es que dispone de tiempo hasta el lunes.
Netanyahu tiene más margen ahora para acabar de repartir las carteras de su gabinete que aún no ha adjudicado, las que corresponden a los miembros de su partido, el Likud, líder de la derecha.
Y podrá hacerlo una vez tenga la seguridad de que el Parlamento ha aprobado la enmienda a la Ley Fundamental que permitirá la ampliación del número de ministros.
Anoche, la Kneset dio luz verde a esta enmienda en primer lectura por 61 votos a favor y 59 en contra. Solo los 61 diputados que integran la nueva coalición de gobierno votaron a favor de la propuesta.
La enmienda aún tiene que debatirse y se volverá a votar dos veces. La última se espera que sea mañana, miércoles, a última hora, de manera que si Netanyahu quisiera, podría anunciar la composición final de su gobierno el jueves.
El líder de la oposición, Isaac Herzog, que encabeza la Unión Sionista (coalición de centro-izquierda integrada por laboristas y Hatnua), reiteró anoche que para Israel es mejor volver a celebrar elecciones parlamentarias que tener un gobierno como el de Netanyahu.