El rotativo entrevistó a Dmitri Gorovtsov, jefe adjunto del Comité de Seguridad de la Duma rusa (Cámara baja del Parlamento), justamente después de que el presidente de la Duma, Serguéi Narishkin, realizara una visita a Cuba.
Los parlamentarios rusos comentan que estos planes de Moscú podrían ser una "ducha fría" para Washington.
Los expertos militares rusos, a su vez, evalúan la información sobre Lourdes positivamente y consideran a Cuba una región de importancia estratégica.
Gorovtsov señaló que las visitas realizadas a Cuba por el ministro de Defensa ruso, Serguéi Shoigú, en febrero, y por el presidente Vladímir Putin, en verano pasado, no fueron nada casuales.
Por su parte, la portavoz de Narishkin, Evgueniya Chugunova, descarta que el asunto se hubiese discutido durante el viaje.
"La posible reapertura del centro de inteligencia radioelectrónica ubicado en Lourdes cerca de la Habana no se abordó durante la visita de la delegación de la Duma de Estado con Sergué Narishkin al frente", dijo a RIA Novosti.
A su vez, el presidente del Comité de Defensa parlamentario, Vladímir Komoédov, desmintió en declaraciones a la agencia que durante la visita se hablara de reactivar la cooperación militar entre los dos países.
"No se habló específicamente de la cooperación técnico-militar. Tocamos el tema, pero no profundizamos", puntualizó.
La visita a Cuba se realizó con motivo de los 55 años del restablecimiento de relaciones diplomáticas y del 70 aniversario de la victoria sobre la Alemania nazi, y gran parte de las reuniones mantenidas se centraron en estos dos asuntos, explicó.
En verano de 2014 se comunicó que Rusia y Cuba habrían acordado la reapertura de la base de Lourdes, información que el Kremlin no confirmó.
Operada por Moscú entre 1967 y 2001, esta base fue el mayor centro soviético de espionaje radioelectrónico fuera del territorio nacional que, según los expertos, "hacía transparente para la URSS todo el hemisferio occidental".