Al parecer, la decisión de someterse a la operación estaría relacionada con la infección de orina que sufrió a finales de 2014, tras su intervención para eliminar unos cálculos en el riñón, uretra y vejiga el 13 de noviembre de aquel año, ya que la hiperplasia de la próstata favorece la retención de orina y aumenta las posibilidades de sufrir nuevas infecciones.
Aunque se llegó a temer por su vida, Pelé recuperó el correcto funcionamiento del riñón y se repuso totalmente de la infección recibiendo el alta médica el 9 de diciembre de 2014.
A pesar de que los médicos que lo atienden consideran que la inflamación benigna de la glándula de la próstata es algo común entre hombres mayores de 50 años, que no debe ser confundido con un cáncer de próstata, el hecho de que Pelé retorne a los quirófanos menos de 6 meses después de su última operación ha preocupado a sus millones de seguidores en Brasil.