Científicos brasileños creen que los restos del Progress caerán en Brasil

En entrevista con Sputnik Nóvosti, el responsable de los cálculos del BRAMON, Carlos Bella, explicó que el horario estimado de reentrada de los restos será entre las 17:14 y las 17:20 en horario de Brasília (entre 20:14 y 20:20 UTC) y que los fragmentos de la nave, que serán vigilados por su red de 30 cámaras de alta sensibilidad, podrían llegar a impactar en los estados de Acre, Mato Grosso, Sao Paulo y Paraná.

"Conseguimos grabar el paso de la nave a través de dos de nuestros observatorios, gracias a eso conseguimos triangular las coordenadas y calcular el horario de reentrada y la trayectoria de los deshechos", explicó Bella quien no tiene duda de que las partes más consistentes de la Progress 59 llegarán a caer al suelo, posibilidad ya anticipada por la agencia espacial rusa Roscosmos.

"Existen componentes como los tanques de combustible y las turbinas que soportan temperaturas de hasta 3.000 grados Celsius, por lo que no hay duda que resistirán la reentrada. El resto de componentes se evaporizarán", advirtió el responsable del BRAMON quien recuerda antecedentes de impactos de basura espacial en Brasil.

"Un pedazo del cohete Falcon 9 de la empresa americana SpaceX golpeó el tejado de un club de campo en Minas Gerais el 28 de diciembre de 2014", recordó en referencia al mínimo aunque probable riesgo para la población, especialmente atendiendo que Sao Paulo es el estado más poblado de Brasil con 44 millones de habitantes.

Sin embargo, mas allá del riesgo de impacto real sobre personas, el cual considera "muy poco probable", el científico se muestra preocupado con la presencia del compuesto químico hidrazina (N2H4) en los restos de las turbinas que podrían caer en territorio brasileño y ser manipulados por las personas que las encuentren.

"Muchas personas que encuentran basura espacial no son conscientes de los riesgos que sufren al manipular estos elementos. La hidrazina presente en las turbinas podría matar a una persona. Es altamente tóxica y cancerígena", aclaró.

Optimista con la exactitud de sus cálculos, Bella concluyó que "es una oportunidad histórica porque podría ser la primera vez que una red internacional de observación de meteoros recogiese el evento".