Rousseff resta importancia a las "caceroladas" que organizó la oposición

"Creo que las caceroladas de ayer son una forma más de manifestación. Ya lo dije en varias ocasiones que es algo normal en Brasil que la gente con una posición diferente se manifieste", explicó Rousseff este miércoles durante una comparecencia ante la prensa en el Palacio de Planalto.

Además destacó que "a duras penas" la democracia brasileña había conseguido ese nivel de normalidad.

En el vídeo en cuestión, el presidente del PT, Rui Falcao, anunciaba la práctica de expulsar a aquellos integrantes del partido que sean condenados por la Justicia, un mensaje muy esperado por militantes de izquierda de todo el país tras la imputación del extesorero del partido, Joao Vaccari Neto, por su vinculación con la red de corrupción en Petrobras.

Organizados por los sectores de oposición del país a través de las redes sociales, las caceroladas, o "panelaços" como se les conoce en Brasil, se produjeron anteriormente durante el discurso televisivo de la presidenta el 8 de marzo y el día 16 de marzo durante la aparición de Rousseff en cadena nacional, aunque también fue sufrido por el ministro de Justicia, José Eduardo Cardozo.

A pesar del seguimiento en las grandes ciudades, el alcance de las caceroladas fue muy reducido localizándose en los barrios de clase media alta de los principales núcleos urbanos del país y, muy especialmente, en las ciudades de Sao Paulo y Río de Janeiro, dos de las regiones con mayor renta per capita del país.