Vladímir Putin fue elegido por primera vez presidente de Rusia en los comicios del 26 de marzo del año 2000.
Las elecciones se convocaron anticipadamente después de que el anterior mandatario, Borís Yeltsin, presentara su renuncia el 31 de enero de 1999.
Putin ganó con casi el 53% de los votos y fue investido presidente el 7 de mayo de 2000.
Tras dos mandatos presidenciales consecutivos, se desempeñó como primer ministro de 2008 a 2012, y después fue elegido nuevamente como jefe de Estado.
Tercer mandato
El vicejefe de la bancada parlamentaria del partido Rusia Unida, Frants Klintsévich, ha catalogado los últimos tres años como "un avance tectónico en el sistema de los valores de la sociedad generado por toda la actividad anterior del actual presidente".
El legislador explica que el surgimiento del fenómeno Putin ha sido una respuesta personificada a las expectativas que tenía el pueblo sobre las autoridades.
"En ese entonces, a principios del siglo XXI, esto significaba, ante todo, la lucha contra el capitalismo oligárquico, el retorno del Estado al sector social. Estos mismos factores eran la base del triunfo de Vladímir Putin en los comicios en 2004 y en particular en 2012", dijo Klintsévich.
El parlamentario ve también en este reformateo de las relaciones entre las autoridades y la sociedad la principal tendencia del tercer mandato de Putin, ya que, según sus palabras, las leyes para el control de los ingresos de los funcionarios públicos, la prohibición de poseer cuentas bancarias, títulos de valor en el extranjero y la lucha contra la corrupción son pasos en esta misma dirección.
El dirigente comunista ha destacado que el regreso de Crimea a Rusia es también un mérito del presidente que en el momento de mayor responsabilidad mostró voluntad y carácter.
Por su parte, el vicepresidente de la Duma de Estado por el partido Rusia Justa, Nikolái Lévichev, considera que estos tres años por la complejidad y la saturación son comparables con los principios del 2000, tanto para Putin como para el país.
"En ese entonces, en gran medida gracias a la aportación personal del presidente, prácticamente se detuvo la desintegración del país y se dio inicio al crecimiento económico que elevó notablemente el bienestar de los rusos y redujo la cantidad de pobres en el país", dijo Lévichev.
El vicepresidente de la Duma por el Partido Liberal Democrático, Ígor Lébedev, cree que Putin se convirtió en verdadero líder del país.
"Desde la incorporación de Crimea y el deterioro de las relaciones con Europa, Putin se hizo líder y no era ya simplemente un presidente electo que cumplía sus funciones", dijo Lébedev subrayando que precisamente en este periodo se pusieron de relieve sus "cualidades patrióticas de líder".
Al mismo tiempo, señaló que es imposible predecir la política de Putin.
"Nadie esperaba lo de Crimea. Es difícil decir que esperamos de Putin, ya que no sabemos cómo evolucionará mañana la situación", aclaró el parlamentario.
Según su opinión, si surgiera nuevamente la necesidad de demostrar que el mundo no es unipolar, el presidente sacaría a relucir sus "cualidades de líder".
El presidente del comité de legislación constitucional del Consejo de la Federación, Andréi Klishas, también sostiene que Putin no solo es el presidente ´de jure´, sino también el político que defiende los intereses de la mayoría de la población.
Sutilezas del alto rating
Según un sondeo realizado en abril pasado, un 76% de los rusos votaría por Putin si las elecciones se realizaran en los próximos días.
Su rating electoral y el nivel de apoyo a su gestión por parte de la población baten récords desde principios de 2014. Muchos expertos lo vinculan a los éxitos de Rusia en las Olimpiadas de Sochi y la adhesión de Crimea.
Sin embargo, Lévichev lo atribuye a la voluntad del mandatario de no renunciar a los gastos sociales pese a la difícil situación económica.
Klintsévich, a su vez, cree que el resultado de los últimos quince años ha sido la formación de una tendencia estable hacia la consolidación de la sociedad.
"Hoy está más unida que nunca. Y, a mi juicio, no cabe confundir las causas con las consecuencias, vinculando completamente este avance tectónico a la reunificación de Rusia y Crimea. Al contrario, precisamente la unidad de nuestra sociedad ha predeterminado el éxito del retorno de Crimea a la patria histórica", señaló.
Lébedev sostiene que la popularidad de Putin podría mantenerse alta por mucho tiempo y lo atribuye en gran medida a la mentalidad de los ciudadanos.
"Si mañana ocurriera algún suceso, no necesariamente militar, sino deportivo, político o económico, el rating aumentaría, ya que el ruso es así por naturaleza, cree en un presidente bueno y bondadoso, y todo lo bueno que ocurre en el país lo vincula precisamente al dirigente del país", explicó el político liberal-demócrata.
Al mismo tiempo, no descartó que Putin se presente para un nuevo mandato.
"Si la salud se lo permite y no hay ningún inconveniente, creo que el partido gobernante promoverá la candidatura de Putin para un mandato de seis años", dijo el diputado.
El jefe del comité para la política social del Consejo de la Federación, Valeri Riazanski, también admitió esa posibilidad, pero matizó que todo dependerá del propio Putin.
Los decretos de mayo
El día de su investidura en 2012, Putin firmó los "decretos de mayo", un amplio programa de desarrollo de las garantías sociales. Un año después el gobierno había cumplido un poco más de las dos terceras partes. El propio Putin explicaba después que especialmente había elevado las exigencias de las tareas planteadas.
El 7 de mayo el presidente tiene prevista una reunión sobre el cumplimiento de este paquete. El informe del Frente Nacional no va a ser positivo y podría desagradar al gobierno, advirtieron anteriormente en este movimiento.
Los parlamentarios también apuntan al cumplimiento deficiente de esos decretos.
Klintsévich cree que esta situación es normal ya que se trata de procesos sociales imperfectos, que además se encuentran influenciados por circunstancias que no se pueden valorar con anticipación.
En este contexto, dijo, el presidente tendrá que tomar decisiones serias en cuanto a los cuadros dirigentes.
Ziugánov es más crítico al respecto.
"Hace tres años se emitieron estos decretos, pero la política económica los ha sepultado. El presupuesto no responde a ningún punto de estos decretos", subrayó el líder comunista.
Por el contrario, el senador Riazanski cree que estos documentos se cumplen en el marco de las hojas de ruta previstas.
Turbulencias económicas
Putin afronta serios desafíos económicos, sostienen los parlamentarios.
"Se requiere una solución inmediata al problema de la deuda de las regiones que crece sin parar. Los bancos incluso se niegan a conceder empréstitos a algunas de ellas. El gobierno ha trasladado a las regiones varios gastos, pero no ha creado las garantías para el aumento de sus ingresos", afirma Lévichev.
Ziugánov también apuntó a la ineficacia de la política económica.
"En cuanto a la gestión interna, la política económica es deficiente. Sin una renovación del rumbo y la formación de un gobierno fuerte no se logrará resolver este problema", dijo el líder comunista, advirtiendo que el desplome de la economía que se produjo en el último medio año es señal de un tendencia alarmante.
Tareas para el futuro
El senador Klishas augura que Rusia va a proseguir su línea "básica" en la política exterior, defendiendo la inviolabilidad del derecho internacional.
"En las relaciones internacionales debe prevalecer el derecho y funcionar los mecanismos para concordar los intereses, y evitarse la ley del más fuerte que erosiona el sistema de la seguridad internacional", señaló.
Otra de las prioridades de la política exterior, añadió, tiene que ser el fortalecimiento del BRICS y de las asociaciones regionales con los países vecinos.
Riazanski, por su parte, indica que el presidente va a plantear nuevas tareas en cuanto a la política interna que atañerán a la ampliación del mandato de las organizaciones públicas para realizar el control de las autoridades.
"Creo que habrá un control más rígido del cumplimiento de los decretos presidenciales adoptados en 2012", agregó.
El vicepresidente de la bancada del Partido Liberal Democrático, Yaroslav Nílov, apuesta por una rotación en el poder.
"Se requiere energía y pensamientos nuevos, ganas de trabajar, pero, al mismo tiempo, hace falta experiencia, sabiduría de la generación mayor", aclaró el parlamentario, llamando también a un mayor control de los gastos públicos.
Ziugánov estima que el presidente tiene que modificar el rumbo, formar un fuerte gobierno profesional y disminuir al máximo la fragmentación de la sociedad.
"La sociedad está muy fraccionada. La línea patriótica exterior une a la gente, pero la política económica interna la divide. Nuestro país habitualmente ha salido de las sanciones más fortalecido y sabio, pero para ello se requiere un nuevo modelo económico", dijo el líder comunista, pidiendo más apoyo para la pequeña y mediana empresa y una política social justa.
