Desde julio de 1941 el metro de Moscú por las noches cambiaba su función y permitía a miles de personas refugiarse de los bombardeos nazis, mucha gente se quedaba a dormir en el subterráneo por miedo a los ataques aéreos.
El diario informa que en las estaciones del subterráneo moscovita nacieron durante la contienda militar 217 niños, mientras la estación Kúrskaya albergaba una enorme filial de la Biblioteca Histórica y en la estación Chístiye Prudí se encontraba el Estado Mayor del Ejército.
Entre las muestras se pueden apreciar documentales de la época, fotos, memorias de testigos de los hechos, instalaciones y fotos que muestran la importancia del metro capitalino, una de las obras más representativas de la época de Stalin y su gran importancia social para los habitantes de Moscú.