Otro clásico del partido es Rand Paul, senador por Kentucky, héroe del Tea Party, enfrentado a la corriente clásica e hijo del antiguo candidato a la presidencia Ron Paul.
Tampoco puede olvidarse al senador por Florida, Marco Rubio, conocido entre otras cosas por sus pintorescas creencias respecto al origen del planeta Tierra, y que considera que "los padres deberían de tener derecho a enseñar a sus hijos lo que diga su fe y lo que diga la ciencia (…) tanto si el planeta fue creado en siete días o siete eras, no estoy seguro que algún día lo sepamos".
Respecto a los candidatos con menos posibilidades, aunque no tan pocas como para ser descartados, están la californiana Carly Fiorina, exconsejera delegada de Hewlett-Packard, o Ben Carson, neurocirujano de enorme prestigio y orador proclive a generar tormentas dialécticas, como cuando en 2006 afirmó "no creer en la teoría de la evolución" durante una mesa redonda en la que debatía con científicos como Richard Dawkins.
Es obligatorio hablar además de pesos pesados como Jeb Bush, hijo y hermano de presidentes, exgobernador de Florida, uno de los posibles candidatos con más apoyo a nivel nacional y clara apuesta si en el ánimo republicano elige la posibilidad de no seguir alienando a los votantes hispanos, en su mayoría descontentos con la postura del partido respecto a la inmigración.
Otros posibles candidatos son el gobernador de Nueva Jersey, Chris Christie, así como Rick Perry, sempiterno gobernador de Texas, donde sirvió entre el 2000 y el 2015, y famoso entre otras razones por sus críticas a la política fronteriza de Obama.
Bien considerado en las encuestas, Scott Walker, gobernador de Wisconsin, ya ha dado los primeros pasos, creando a principios de 2015 una organización con vistas a influir en favor de su hipotética candidatura.