Tras recorrer la ciudad a pie, los manifestantes se reunieron en torno al estadio de Vila Capanema para decidir el rumbo de la huelga que, desde hace 11 días, ha paralizado el sector de la Educación en el estado afectando a más de 970.000 alumnos.
A pesar de las disculpas del secretario de Seguridad de Paraná, Fernando Pischini, quien declaró el lunes que las imágenes del pasado 29 de abril mostradas por la televisión "son terribles" y que "no tienen ninguna justificación", la Asociación de Profesores de Paraná (APP) anunció que proseguirá con sus reivindicaciones hasta que el recorte del fondo de pensiones del estado(43 millones de dólares mensuales) sea derogado por el gobernador del Partido de la Social Democracia de Brasil (PSDB), Beto Richa.
"Tuve compañeros con brazos y dientes rotos, mandíbulas dislocadas e incluso un compañero perdió parte de un dedo por la explosión de una bomba aturdidora. Además, los agentes lanzaron sus perros sobre un cámara de televisión e incluso mordieron a un diputado que salió a apoyarnos", explicó Mazeto.
La represión de los profesores por el gobernador del PSDB, principal partido de la oposición en Brasil, causó gran impacto en el país que volvió a poner en tela de juicio la actuación de los cuerpos de seguridad del estado de cara a grandes manifestaciones, una circunstancia de gran importancia teniendo en cuenta los antecedentes de la Copa de las Confederaciones de 2013 y la proximidad, apenas 15 meses, de los Juegos Olímpicos de Río 2016, los cuales contarán con un dispositivo de seguridad de 15.000 agentes.