"Si buscaran en las áreas forestales a lo largo de la frontera malasia, encontrarían centenas de cadáveres", dijo este domingo a la agencia turca Anadolu.
Señaló que "algunos campos son aún más grandes", agregando que había visto fotografías de esos centros de detención.
"Vemos largas filas de barracas de bambú con techas de lona, cada una puede albergar a unas 100 personas; el año pasado, algunas víctimas que entrevisté dijeron que habían estado detenidas con otras 1.500 personas", comentó.
Con anterioridad, las autoridades tailandesas informaron que habían descubierto una treintena de tumbas con restos humanos en un campo de traficantes de personas, ubicado la provincia de Songkhla en el sur de Tailandia.
El único sobreviviente fue un hombre bangladesí de 28 años, quien había sido enterrado vivo.
La provincia tailandesa de Songkhla es tristemente conocida por la trata de personas; los musulmanes rohingya procedentes de Birmania son a menudo víctimas de este negocio criminal.
En 2014 el Departamento de Estado de EEUU calificó Tailandia como uno de los países con la peor situación en materia del tráfico humano.