"La amenaza del desenfreno neonazi en Ucrania se extiende mucho más allá de las fronteras de este país", dijo Dolgov en una entrevista al diario Izvestia y añadió que en su opinión "la UE y EEUU, de cuyos labios está pendiente Kiev, así como las organizaciones internacionales correspondientes" deben "influir sobre las autoridades ucranianas" en este respecto.
Según Dolgov, Ucrania se ha convertido en un "polígono para las actividades de los neonazis de toda índole".
"Nadie pidió la opinión de los ciudadanos de Ucrania sobre las leyes que aprobó el Parlamento ucraniano, que igualan el comunismo y el nazismo y glorifican a la Organización de Nacionalistas Ucranianos", comentó Dolgov en referencia a la ley ucraniana que prohíbe la "propaganda y los símbolos de los regímenes totalitarios comunista y nacional-socialista (nazi)" en Ucrania y la otra que homenajea a los nacionalistas ucranianos que colaboraban con los nazis durante la Segunda Guerra Mundial.
El diplomático llamó además a no olvidar las lecciones de la II Guerra Mundial y reiteró que "nadie podrá borrar de la memoria histórica el aporte decisivo que hizo la Unión Soviética en la derrota del nazismo y el fascismo" por mucho que se intente hacerlo en la actualidad en Occidente "por motivos políticos".