“La solicitud de EEUU fue denegada”, anunció el juez Christoph Bauer su dictamen, contra el que la fiscal presentó un recurso a un tribunal de instancia superior.
Bauer comentó más tarde que, en su opinión, la persecución de Firtash –detenido en Viena el 12 de marzo de 2014 a petición de Washington y posteriormente liberado bajo una fianza de 125 millones de euros, una cifra récord para Austria– tiene que ver con la determinación de EEUU “de eliminar de la vida política (ucraniana) a un hombre que no corresponde a los intereses de EEUU” tras un año “de dos etapas políticas cruciales en Ucrania (el Maidán y las elecciones presidenciales)”.
Bauer destacó que Firtash “es un personaje influyente en Ucrania en el ámbito de gas y titanio, y en este contexto el gas tiene que ver con la política”.
Los abogados del oligarca declararon durante la audiencia que la persecución de Firtash en EEUU –que le acusa de sobornar a funcionarios indios con el objetivo de obtener una licencia para explotar yacimientos de titanio– tiene motivos políticos y la atribuyeron a los “juegos geopolíticos” entre Washington y Moscú por quién influirá más sobre Kiev.
Según los letrados, EEUU se interesó por Firtash cuando se convirtió en el intermediador en las exportaciones del gas ruso y más tarde cuando comenzó a controlar cada vez mayor parte del mercado de titanio y apoyar políticamente a candidatos a la presidencia de Ucrania poco deseables para Washington.
Mientras tanto, el portavoz del Departamento de Justicia de EEUU indicó a RIA Novosti a través de su portavoz, Peter Carr, que “está decepcionado” con la decisión del tribunal vienés.