Al principio, dijo que "es preciso cumplir a cabalidad los acuerdos de Minsk", pero acto seguido se puso a amedrentar a los reunidos con la posible reanudación de los combates en Donbás.
"La guerra puede comenzar en cualquier momento (…) y no permitiremos a nadie cansarse de Ucrania", enfatizó, olvidándose de que precisamente Kiev debe realizar la reforma constitucional y poner en marcha el proceso de descentralización, tal y como lo establecen los acuerdos de Minsk.
Las declaraciones de Poroshenko ponen en evidencia su deseo de continuar la guerra por lo que se pronuncian muchos políticos ucranianos.
Los partidarios del partido de la guerra afirman que la paz llegaría a Donbás solo tras la victoria militar sobre las repúblicas autoproclamadas. Y una vez derrotado el enemigo, se podría poner en marcha la descentralización.