Según el documento, estos hechos tienen lugar en las regiones del conflicto bajo control de las tropas ucranianas, tales como Lebedínskoye, Gnútovo (cerca de Mariúpol), Solodkó (cerca de Donetsk), el poblado Lugánskaya stanitsa y Makárovo (cerca de Lugansk).
En base al reporte, el Ministerio señala que los observadores son cuestionados respecto a su ciudadanía, interesándose directamente si hay entre ellos ciudadanos de Rusia.
El reporte de la OSCE, comentado por la Cancillería rusa, señala que a finales de marzo, junto al poblado de Murátovo de la región de Lugansk, un militar ucraniano amenazó con asesinar a cualquier inspector de la OSCE de origen ruso que se encontrase allí.
"Este tipo de hechos despiertan indignación y son categóricamente inaceptables; la coherencia de las acciones al respecto por parte de los militares y los voluntarios ucranianos no deja lugar a dudas que la orden sobre los registros e inspecciones a los observadores de la OSCE proviene de un centro común, lo cual muestra claramente las verdaderas intenciones de quienes la emitieron", destaca la declaración del Ministerio de Exteriores.
La Cancillería señala que "estas acciones son un incumplimiento flagrante de las obligaciones de las autoridades de Ucrania de garantizar la seguridad, inmunidad y libertad de movimiento de los observadores de la misión especial de la OSCE, lo cual obstaculiza el cumplimiento del mandato y las tareas de la misión de observación del cumplimiento de los acuerdos de Minsk, aprobados por los líderes del 'cuarteto de Normandía' y la resolución 2202 del Consejo de Seguridad de la ONU".
"El Ministerio de Exteriores de Rusia llama a las autoridades de Ucrania detener estas revisiones ilegales de los observadores de la OSCE y cumplir estrictamente sus obligaciones internacionales, incluyendo las relacionadas con la misión especial de observación", concluye la nota.