"Las relaciones actuales entre Rusia y Turquía, que se encontraban hace cien años en frentes enemigos de la I Guerra Mundial, pueden servir de ejemplo a seguir para otros países", destacó.
Narishkin realzó la importancia de "la memoria histórica", que "refuerza la sabiduría de los líderes de Estado y aumenta la responsabilizad de los partidos políticos y movimientos sociales, ayuda a los pueblos en su propósito de mejorar el mundo y aumentar su seguridad, así como en hacer más digna la vida de cada individuo".
"El 3 de junio se cumplen 95 años del día en que los líderes de Turquía y la Rusia Soviética decidieron, en un momento crucial para ambos países, entablar relaciones diplomáticas y echarse mutuamente una mano ", recordó el presidente de la Duma, añadiendo que las tradiciones de colaboración y amistad "están vivas también hoy en día".
El parlamentario afirmó que Turquía es uno de los socios económicos más importantes de Rusia y la cooperación de ambos países en la esfera de la energía "ha alcanzado un nivel estratégico".
Según Narishkin, el más importante resulta "un proyecto global de la magnitud del gasoducto Turk Stream, que tiene como objetivo no solo garantizar la seguridad energética de Turquía por muchos decenios, sino también la de toda Europa".