Anteriormente Comey en su discurso pronunciado en el museo del Holocausto de EEUU, declaró que "los asesinos y sus cómplices de Alemania, Polonia, Hungría y muchas otras partes, en su opinión no hacían nada malo (…), se convencieron a sí mismos de que era lo correcto, lo que tenían que hacer".
"Se necesita cierto nivel para saber disculparse en caso de haber cometido un error, en lugar de buscar justificaciones", dijo el ministro de Defensa de Polonia, añadiendo que se siente desilusionado, pues era suficiente con decir "lo siento", ya que sus palabras ofendieron a millones de polacos.
Ese mismo día el director del FBI, al comentar sus declaraciones ante la cadena televisiva WATE, aseguró que no tiene intenciones de disculparse por las mismas, aunque muchos las hayan catalogado como una acusación contra Polonia por una supuesta participación en el Holocausto.
"No dije que Polonia fuera responsable del Holocausto (…) me preocupa un poco que en algunos países no hayan entendido mi punto de vista", destacó.
Comey precisó que aunque la gente de Polonia "hacía frente al nazismo de manera heroica, y algunos incluso defendían heroicamente a los judíos, no cabe dudas que en cada país ocupado por los nazis había personas que colaboraban con ellos".
Semoniak, al precisar si su país planea exigir disculpas oficiales de la Casa Blanca, subrayó que lo ocurrido puede ser considerado como una muestra de la postura de EEUU, y que "el director de la FBI debe sentirse avergonzado" por lo dicho.
Por otra parte, la portavoz del Departamento de Estado norteamericano, Marie Harf, tampoco se disculpó por las palabras de Comey y expresó la seguridad de que el funcionario "no intentaba insinuar que Polonia fuera de alguna manera responsable del Holocausto".
El Ministerio de Exteriores de Hungría declaró en un comunicado al respecto que "las palabras del director del FBI revelan una insensibilidad asombrosa y una superficialidad inadmisible".