"La comunidad islamista en Alemania crece sin cesar preparando un terreno fértil para la Yihad. Los salafistas quieren crear en Alemania un Estado islámico", declaró el jefe de la entidad, Hans-Georg Maassen, citado por la agencia Bild.
Según los últimos datos, en Alemania residen 7.300 salafistas. De esta cantidad 680 personas salieron a Irak o Siria, la tercera parte ya volvió. El Servicio de Seguridad sospecha que 50 de ellos se entrenaron en campamentos terroristas.
A principios de abril el ministro de Interior alemán, Thomas de Maizière, advirtió sobre posibles atentados terroristas en Alemania.
La víspera, el diputado alemán y el alto cargo de Interior en el Bundestag (Parlamento), Wolfgang Bosbach, señaló que la amenaza de convertir una parte de Europa en una provincia musulmana es conocida, pero el EI no alcanzará este objetivo.
La expansión del EI, que ocupó una parte considerable de Irak y Siria, se convirtió en uno de los problemas globales en 2014.
Este grupo, que cuenta según la CIA con unos 30.000 militantes, proclamó un califato en los territorios bajo su control y aspira a ampliar sus dominios.
Un informe de la ONU estima que más de 25.000 extranjeros se han unido a las milicias islamistas del EI o Al Qaeda.