Sin embargo, China, Corea del Sur y otros países que sufrieron la invasión japonesa consideran que el "profundo arrepentimiento por la pasada guerra" expresado por Abe es una expresión muy tibia.
La fórmula queda lejos de las "disculpas sinceras" por "las agresiones y colonialismo" en 2005 del entonces primer ministro, Junichiro Koizumi, en la misma línea que otros dirigentes japoneses.
Los países víctimas de Japón esperan con atención el discurso que Abe pronunciará durante el próximo 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial.
Muchos temen que aligere las pasadas disculpas oficiales de Tokio.
Abe también ha criticado "el uso de la fuerza de los poderosos para imponerse a los más débiles", lo que ha sido considerado como una referencia a la posición de Pekín en los actuales conflictos en el Mar del Sur de China con los países vecinos.
Las declaraciones de Abe se producen durante la Cumbre de Asia y África que se celebra en Indonesia y donde está previsto que el primer ministro japonés se reúna con el presidente chino, Xi Jinping.
Fuentes oficiales japonesas han confirmado a los medios locales que se están ultimando los preparativos para una reunión de la que se espera que sirva para distendir el ambiente.
Abe envió ayer una ofrenda al templo sintoísta de Yasukuni donde se conmemora a los soldados japoneses muertos en combate, entre ellos los criminales de clase A condenados por los aliados tras el fin de la Segunda Guerra Mundial.
Un centenar de legisladores japoneses han visitado hoy el templo, lo que ha motivado la protesta de Corea del Sur.
"No podemos más que expresar nuestra profunda decepción y dolor por la visita de legisladores japoneses al templo de Yasukuni, que glorifica la agresión colonialista japonesa", ha señalado el Ministerio de Exteriores a través de un comunicado.