"Creo que hoy el proyecto es muy abierto, nadie debe dejarse a un lado, (…) es importante para Asia, para la Unión Europea, para Rusia, pero se extiende también hasta los países del Oriente Próximo y África —es una parte enorme del mundo- (…) y Rusia tiene un papel primordial, (…) podría estabilizar este proyecto frente al problema del islamismo", dijo a la cadena Rossiya 24.
Según el político, la construcción de la 'Nueva Ruta de la Seda' contribuirá a solucionar este problema en los países que también lo enfrentan, incluidos Afganistán y China.
"Este proyecto también tiene muchas perspectivas para las compañías rusas en términos de la infraestructura —ferrocarriles, telecomunicaciones, tuberías- y podría mejorar la situación en toda Eurasia; será un gran reto para Rusia y China y beneficiará a ambos países", agregó de Villepin.
En 2013 el presidente de China, Xi Jinping, ideó la construcción de la 'Nueva Ruta de la Seda' para conectar China a los países europeos y reforzar la cooperación con Asia y África.
China confía en que esta iniciativa le permitirá fortalecer los contactos políticos, crear una red de transportes del Pacífico al Báltico, reducir los obstáculos para comercio y inversiones y fomentar el pago en monedas nacionales.