Por su parte, según el rotativo ruso, los propios europeos envían a Moscú señales contradictorias, mientras Berlín aplaude la ayuda rusa a Grecia e incluso anhela la creación de una zona de comercio libre con Rusia, Bruselas pone piedras en el camino a las nuevas vías de suministros de gas procedentes de la nación eslava.
El pasado 18 de abril, Grecia expresó su disposición de firmar un acuerdo energético con Rusia en el transcurso de esta semana.
Según una fuente anónima citada por Nezavísimaya Gazeta, “el martes 21 de abril se firmará un acuerdo con participación de una delegación rusa de alto nivel”.
Anteriormente la publicación alemana Spiegel Online informó que Grecia podría recibir para la construcción un adelanto de Rusia ascendente a 5000 millones de euros, mientras que Deustche Welle afirmó que Atenas podría recibir estos recursos “en tiempos cercanos, en el transcurso de los próximos meses”.
El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, no confirmó las promesas de Moscú de pagar un adelanto a Grecia, pero sus formulaciones no descartan la preparación de un acuerdo gasístico, comenta Nezavísimaya Gazeta.
El rotativo ruso observó que el ministro de Finanzas de Alemania había declarado el sábado que se alegraría si el presunto acuerdo energético con Moscú atrajese a Grecia nuevas ganancias.
Por su parte, los acreedores europeos exigen a Atenas el seguimiento de una política económica que demostró durante años su ineficacia.
Las reuniones a nivel de expertos con presencia de representantes griegos deberán conducir a un proyecto de nuevo acuerdo para el 24 de abril, cuando se realice el encuentro de ministros de Finanzas de la UE.
Los expertos rusos consideran el pago por adelantado a Grecia una solución económica carente de lógica.
“Probablemente se firme determinado memorando gasístico en Atenas, pero destinar miles de millones de euros para la construcción de un gasoducto que no tiene ni un proyecto, es algo adelantado”, considera el director del Instituto Nacional de Energía, Serguéi Pravosudov, citado por Nezavisimaya Gazeta.
Según el experto, los turcos buscan cada vez más rebajas del gas ruso, y se trata de una discusión no concluida.
Además, la posición de Bruselas incide en las conversaciones, ya que la UE aspira a que Rusia mantenga el tránsito de gas a través de Ucrania, algo a lo que a todas luces se opone Moscú.
En tanto, Rusia tiene acuerdos de largo plazo de suministro de gas a Europa, que podrían realizarse tanto por el ducto ucraniano, como a través del nuevo Turk Stream.
Es por ello, subraya Nezavisimaya Gazeta, que las declaraciones políticas de Moscú sobre la interrupción del tránsito de gas a través de Ucrania después de 2019 fortalecen en la práctica las posiciones de Turquía y Grecia, que pueden buscar condiciones más favorables con Rusia.
Mientras, Moscú señala la ausencia de relaciones constructivas en materia energética con Bruselas.
Rusia está dispuesta a cooperar con la UE en el campo de la energía, pero no ve que Bruselas esté interesada en un diálogo en igualdad de condiciones, según declaró el ministro de Energía ruso, Alexandr Novak, al periódico alemán Welt.
“La politización domina la realidad económica, los representantes políticos deberían escuchar la opinión de los consorcios energéticos europeos”, afirmó el titular.
Curiosamente, los políticos europeos últimamente declaran su interés estratégico de colaborar con Rusia, lo cual probablemente se deba a las críticas a las que se han sometido las políticas antirrusas por parte de los electores europeos que han sufrido las consecuencias de la ruptura de relaciones económicas con la nación eslava, según Nezavisimaya Gazeta.