Rato, que fue ministro de Economía y vicepresidente del Gobierno en la etapa del conservador José María Aznar, se acogió a la amnistía fiscal de 2012, impulsada por sus compañeros del Partido Popular (PP).
El Ministerio de Hacienda le incluyó en una lista de 705 personas para ser investigado.
A pesar de que el exministro negó tener cuentas en paraísos fiscales, la Agencia Tributaria ordenó el registro en su domicilio madrileño tras detectar contradicciones.
Ésta no es la única causa abierta contra el que fue dirigente del FMI, también imputado por falsear los datos de la salida a Bolsa de Bankia, entidad de la que fue presidente entre 2010 y 2012, por el uso indebido de tarjetas opacas de mandatarios del banco mientras él era responsable o por la emisión de acciones preferentes, que han arruinado a miles de ahorradores en España.
Tras todas estas causas abiertas, varios miembros del PP comienzan a distanciarse del que fue uno de los hombres más poderosos de la organización conservadora.
La oposición considera un escándalo y el "colmo de la desvergüenza" en palabras del líder socialista, Pedro Sánchez, la actuación del hombre que dirigió las finanzas mundiales.