"Últimamente se ejerce cada vez más presión informativa sobre el Gobierno para que apruebe medidas que conducen a la recesión. Se trata de la reducción de los salarios y las pensiones, despidos masivos y otras medidas semejantes. El Gobierno no cruzará la línea roja marcada por los electores en las elecciones del pasado 25 de enero", advirtió.
Anteriormente, el ministro de Finanzas griego, Yanis Varufakis, aseguró a la directora gerente del FMI, Christine Lagarde, que el nuevo Gobierno de Grecia cumplirá sus obligaciones ante el organismo.
El portavoz gubernamental denunció presiones contra el nuevo Gobierno tanto dentro como fuera de Grecia. Su programa de reformas es objeto de fuertes críticas. Además, los medios auguran la próxima suspensión de pagos.
Sin embargo, reiteró que "la política de austeridad no volverá a Grecia"
"Fracasó y causó la trágica situación en la que vive la mayor parte del país", dijo.