“El Gobierno de Cuba proporcionó a EEUU garantías oficiales por escrito (…) de que no apoyará actos del terrorismo internacional”, dijo.
Estas garantías, indicó, son parte del proceso iniciado en diciembre de 2014, que tiene como objetivo verificar si la isla debería ser excluida de la lista estadounidense de los patrocinadores del terrorismo.
La Habana, según explicó Rathke, se comprometió a impedir que los miembros del movimiento terrorista vasco Euskadi Ta Askatasuna (ETA) vivan en la isla o user su territorio para perpetrar sus ataques contra autoridades españolas.
“El Gobierno de España aseguró a EEUU que está satisfecho con este proceso”, dijo.
Cuba también prometió no refugiar ni apoyar a ningún miembro de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC).
“No hay evidencia confiable de que el Gobierno de Cuba, en los últimos seis meses, haya prestado ayuda material, servicios o recursos a miembros de las FARC o del ELN (Ejército de Liberación Nacional)”, indicó el portavoz.
Además Cuba se comprometió, según Rathke, a impulsar el diálogo acerca de la entrega de los fugitivos a EEUU como parte de la normalización de las relaciones bilaterales.
Obama y Castro anunciaron en diciembre pasado la intención de restablecer relaciones diplomáticas entre los dos países, como además el levantamiento de varias medidas restrictivas en materia comercial, de turismo e inversiones impuestas por Washington contra la isla.
Por su parte, Cuba exige ser eliminada de esta lista negra como una de las condiciones mínimas para restablecer relaciones.
Cuba entró en la lista de países que promocionan el terrorismo el 1 de marzo de 1982, y estaba acompañada por Siria, Irán y Sudán.