El documento, de 18.000 palabras y con el título "El camino hacia el desarrollo del Tíbet está empujado por una corriente histórica irresistible", supone el regreso de la línea oficial más dura respecto a la región autónoma y acaba con el optimismo expresado recientemente por el dalái lama.
El líder religioso había calificado en una entrevista reciente de "realista" al presidente chino, Xi Jinping, y confiado en que bajo su mandato pudieran reanudarse las negociaciones canceladas en 2010.
El documento niega esa posibilidad.
"Debido a que el estatus y sistema político del Tíbet está estipulado en la constitución china, la 'cuestión del Tíbet' o el 'mayor grado de autonomía' no son temas discutibles", señala.
El dalái lama ha insistido en los últimos años que no busca la independencia sino una tercera vía para dar una mayor autonomía a la región.
Pero Pekín lo ha calificado de "lobo vestido de monje" y acusado de que conspira para la independencia.
"Cualquier negociación estará limitada a buscar la forma de que el dalái lama abandone completamente sus reclamaciones y actividades separatistas y se gane el perdón del Gobierno central y del pueblo chino", continúa la nota.´
El líder religioso, de 79 años, vive en el exilio desde que huyó del Tíbet tras fracasar una revuelta contra el Gobierno chino en 1959.
La presencia china en el Tíbet es vista de forma diferente por Pekín y los tibetanos en el exilio.
Para el primero, China liberó al pueblo de un régimen absolutista y ha llevado el desarrollo a una de las zonas más atrasadas del país.
Para los segundos, China reprime a la población local e intenta diluir su cultura con el envío de colonos de la etnia han, mayoritaria del país.
El Gobierno chino mostró su ira recientemente cuando el decimocuarto dalái lama sugirió que sería el último porque no habría más reencarnaciones.
Éste quiere impedir que Pekín designe a su sucesor.