Dustin L. Heard, Paul A. Slough y Evan S. Liberty permanecerán 30 años en la cárcel, mientras que su compañero Nicholas A. Slatten cumplirá cadena perpetua.
Con esta sentencia del juez federal Roy Lamberth cerraba uno de los casos más polémicos de la ocupación de Irak, en la que al lado del ejército estadounidense participaron mercenarios contratados para proteger a los trabajadores del Departamento de Estado.
La empresa Blackwater, fundada por el Eric Prince, vinculado por diversas fuentes a la extrema derecha, recibió pingües contratos de la administración de George W. Bush y ha sido acusada de cometer numerosos crímenes en Irak y Afganistán.
Cerrada en 2009, Prince ha reformulado desde entonces su lucrativa empresa en varias ocasiones.
Para la prensa estadounidense, que denunció las actividades de Blackwater, se trata de una gran oportunidad para ayudar a cerrar la desconfianza sembrada entonces por los EEUU en Irak.