Cuanto más se resiste Kiev a cumplir los Convenios de Minsk dirigidos a solucionar el conflicto ucraniano, más sale a relucir el específico papel que jugó EEUU en el surgimiento de esa aventura político-militar, señaló el parlamentario.
“Da la impresión de que Washington, en espera de conseguir algo importante, está interesado en que el derramamiento de la sangre continúe en Donbás”, agregó el legislador recodando que EEUU ejerció una descarada presión sobre los países de la UE en los temas relacionados con las sanciones antirrusas y el suministro de armas a Kiev.
A su juicio, el instinto colonialista es la esencia de la estrategia geopolítica de EEUU, cuyas incursiones militares en diversas regiones a menudo nacen del deseo de establecer un control sobre una u otra parte del mundo.
"Es más fácil (…) con ayuda de los militares apoderarse de tierras ricas en petróleo, gas y otros recursos, convirtiendo el país (…) en una fuente de materias primas, pero tal proceder es una barbarie medieval por mucho que se encubra de retórica democrática", señaló.
Al hacer la conclusión de que los instintos colonialistas no han desaparecido, el presidente de la Duma también ha constatado que EEUU ha logrado la obediencia de casi toda Europa en los asuntos militares y en la mayoría de los políticos, señalando que solo le falta establecer control sobre el comercio y las finanzas.