Poco antes de que lanzase oficialmente su candidatura, John D. Podesta, su jefe de campaña, ya había enviado un mensaje de aviso a los donantes y aliados de Clinton.
A sus 67 años, Hillary, que lo ha sido todo en la política estadounidense: primera dama, senadora y secretaria de Estado, podría convertirse en la primera mujer que preside los EEUU.
Antes tendrá que batirse en unas primarias y activar el entusiasmo de los suyos en una larga precampaña, cuyos primeros actos podrían tener lugar en Iowa y New Hampshire.
Estoy postulándome para presidente. Todos los estadounidenses necesitan un defensor. Yo quiero ser ese defensor. –H http://t.co/MnnmLkYqLd
— Hillary Clinton (@HillaryClinton) 12 апреля 2015
Amy Chozick, Maggie Haberman y Jonathan Martin, del New York Times, avisan de que una de las claves políticas de los próximos meses será la construcción de una nueva relación entre Clinton y Obama.
Parte de sus posibilidades electorales dependerá de cómo gestione esa relación, repela los ataques republicanos y aproveche el legado del actual presidente.
Muchos analistas destacan la rareza de que el perdedor de unas primarias, Hillary en 2008, repita, y todavía más raro el que cuente con el apoyo casi unánime del partido demócrata.
La economía de las clases medias, el alivio de las desigualdades, así como la consolidación de las políticas sociales, serán algunas de las bazas seguras de una Hillary que aspira a que el apellido Clinton regrese al Despacho Oval.