Guindos señaló también para corroborar sus afirmaciones que se está aumentado la recaudación de impuestos gracias a la mayor actividad económica.
Sin embargo, los españoles no creen en la mejoría de la economía de la que hace gala reiteradamente el Gobierno de Mariano Rajoy.
El 81,3% de los ciudadanos opinan que el panorama económico está igual o peor que hace un año, según el barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) de febrero.
El desempleo, el más elevado de la Unión Europea después de Grecia, sigue como principal problema con un 78,6% de menciones.
En pleno año electoral, el responsable económico afirmó que la sociedad española "es madura" y "sabe dónde estábamos y dónde estamos".
La formación progresista Podemos que critica las políticas de austeridad entra en la carrera electoral como clara ganadora, seguida a corta distancia de los socialistas del PSOE, los conservadores del Partido Popular, y el liberal Ciudadanos, una formación unionista nacida en Cataluña que se estrena ahora en España.
De Guindos avanzó que quien gobierne en España tras las elecciones generales del próximo otoño tendrá "margen" de maniobra para desarrollar su política económica, pero advirtió de que si el próximo Ejecutivo "revierte muchas de las reformas realizadas", eso tendría un impacto "muy rápido" sobre la economía española.
España, según el ministro, está en condiciones de encadenar "cuatro o cinco años de crecimiento" con un PIB del 2,5 al 3%, que sirva para "restañar las heridas de la crisis", pero ello solo será posible si se mantienen las políticas de austeridad que se han aplicado hasta ahora.
Hoy los datos confirman que más del 50% de los jóvenes españoles no tienen trabajo, 700.000 hogares carecen de ingresos estables y España ostenta la mayor brecha de desigualdad de Europa tras Letonia.