"El decreto cancela la prohibición del tránsito por territorio de la Federación Rusa (también vía aérea) y el traslado desde el territorio de la Federación Rusa a la República Islámica de Irán, así como la entrega a la República Islámica de Irán fuera de las fronteras de la Federación Rusa con la ayuda de navíos y aviones bajo el pabellón de la Federación Rusa de los sistemas antiaéreos S-300", dice el comunicado.
En 2007, Moscú y Teherán firmaron un contrato de casi 800 millones de dólares para el suministro de 40 lanzaderas del sistema antiaéreo S-300PMU-1. Tres años más tarde, el entonces presidente ruso Dmitri Medvédev canceló la transacción para no infringir las sanciones internacionales contra Irán.
Teherán respondió con una demanda judicial que podría costarle a Moscú hasta 4.000 millones de dólares. Rusia propuso hacer las paces y prometió suministrar al país persa el sistema antiaéreo Tor-M1E.
Conforme a estos convenios, Moscú debía entregar a Teherán aviones MiG-29 y Su-24MK, submarinos diésel-eléctricos del proyecto 877EKM y sistemas antiaéreos S-200VE, además de montar en Irán la producción de tanques T-72 bajo licencia rusa.
Antes de que fueran introducidas las sanciones internacionales, Rusia también suministró a Irán un lote de helicópteros Mi-171, varios aviones de asalto Su-25UBK y helicópteros Mi-17, así como 29 sistemas antiaéreos Tor-M1.