Las milicias palestinas, unas pro-régimen sirio y otras opositoras, decidieron ponerse de acuerdo para combatir de forma conjunta contra los yihadistas y apoyar a las fuerzas del Gobierno sirio para expulsar al EI de Yarmuk.
Este grupo controlaba ayer el 90% del campo palestino, donde antes de que estallara la guerra en Siria vivían unos 160.000 palestinos refugiados por la guerra entre árabes e israelíes y las expulsiones por parte de Israel en 1948-1949.
Ahora quedan en el campo unos 14.000, atrapados por los combates, las bombas y prácticamente sin alimentos; miles de ellos han logrado escapar en la última semana.
Desde el 1 de abril, este campo de refugiados palestino, el más grande de Siria, está asediado por el EI y sufre ataques de las fuerzas gubernamentales.
"Los combates se han prolongado desde primera hora del día en las afueras del campo, que está cerca de la zona de Hajar al-Aswad, donde el Estado Islámico ya tiene bases", ha explicado Abdel-Majid.
Según él, las milicias palestinas han logrado que los combatientes del EI se retiren de varias partes del campo y ahora controlan el 35% de Yarmuk, no el 90%.
El Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH) ha informado de que las fuerzas gubernamentales han bombardeado Yarmuk con artillería, pero no ha facilitado datos sobre víctimas.
Las agencias humanitarias han advertido de la terrible situación que se vive en Yarmuk y el secretario General de la ONU, Ban Ki-moon, ha pedido el fin inmediato de las hostilidades y ha alertado de que Yarmuk "está empezando a parecerse a un campo de exterminio y muerte".