La VII Cumbre continental del próximo fin de semana marca "el regreso de Cuba a la familia latinoamericana y el retorno de EEUU a una región que había dejado de lado", abundó Luisselli, quien es además profesor emérito de la División de Humanidades en Estudios Globales del Instituto Tecnológico de Monterrey.
"El curso del deshielo entre La Habana y Washington va a tener un momento destacado, mientras Venezuela hace sus esperadas protestas contra EEUU, por las sanciones contra algunos de sus funcionarios de gobierno", aseguró el también exembajador de México en Latinoamérica.
Ambos temas, según el diplomático, están muy vinculados, porque "el reencuentro de Cuba y la región es también muy importante".
El presidente estadounidense llegará al Caribe además para "disipar el tema de la dependencia del petróleo de la región y para remplazar los suministros que ya no puede ofrecer Venezuela", Luiselli, autor de diversos libros sobre relaciones continentales.
"Obama tiene una especie de lista de asuntos pendientes, para ordenar la casa: se está despidiendo de su segundo mandato con un empuje a la reforma migratoria con México; el muy importante acuerdo con Irán; el área de libre comercio con Europa; el impulso al eje del Pacífico", enumera el investigador.
El regreso de EEUU ocurre con una América Latina económicamente alicaída, sobre todo por "el drama de Brasil y un desastre en Venezuela", el contexto es otro al esperado con el reinicio de las relaciones con Cuba, considera el diplomático, "ya no son los años del auge de hace cinco u ocho años de euforia sudamericana que a México no le servía mucho, eso terminó".
En ese marco, a participación de México "es razonablemente moderada, porque México tiene reticencias a intervenir en el conflicto de Washington versus Caracas", puntualiza Luiselli.